COLCHANE Y PARQUE NACIONAL ISLUGA

La Subida

Después de una visita a Putre, el viaje a Colchane y el Parque Nacional Isluga es algo decepcionante. El trayecto tiene las mismas características como en caso de Putre - un ascenso lento que atraviesa diferentes franjas vegetales, partiendo por un desierto casi absoluto hasta llegar a 2000 m., luego una banda altitudinal con escasa vegetación dominada por Corryocactus brevistylus y Haageocereus fascicularis, la que hacia los 3000 m. empieza a diversificarse y cuya cobertura aumenta paulatinamente.

Paisaje con Corryocactus brevistylus cerca de 3000 m.

Desde 3200 hasta 3600 m. viene una franja de mayor floración (junio 2009) y diversidad de especies, pero la que es bastante más pobre comparado con la zona de Putre. Entre las especies destacadas se puede mencionar por ejemplo a Caiophora chuquitensis que crece en el barranco que da al pueblo de Chusmiza. Además, en la zona más baja (a unos 10 km. desde Chusmiza hacia Iquique) al lado del único estacionamiento se puede ver un campo de Mastigostyla cyrtophylla. Desgraciadamente no tenemos una foto de la planta florecida, solamente restos secos, pero la planta es muy atractiva - es una bulbosa con flores azules conformadas de tres tepalos grandes y tres tepalos muy cortos.

Caiophora, Senecio, y Polyachyrus forman un caleidoscopio colorido cerca de Chusmiza.

Después de pasar Chusmiza, el camino trepa rápidamente hasta una altura de 3800 - 4200 m. y sigue durante los próximos 80 km. por un paisaje semi-desértico con predominio de pajonal.

Pequeños bofedales de apenas unos 10 - 20 m. de ancho se pueden encontrar por aquí por allá, pero la riqueza de flora está también reducida, con predominio de Oxychloe andina y poaceae. A mitad de camino uno pasará un ralo bosque de queñoas, Polylepis tarapacana. En los últimos 15-20 km. se verá un tolar compuesto en partes por Lampaya medicinalis y Acantholippia punensis, ambas plantas con muchas propiedades medicinales, muy consumidos por los indios locales. Especialmente la segunda especie es muy aromática y sirve para preparar un té, ricarica.

Bofedal a 4300 m.

Colchane

A unos 5 kilómetros antes de llegar a Colchane el camino cruza el río Isluga que forma un bofedal que alberga varias especies de aves y está fuertemente pastoreado por las llamas domésticas.

Bofedal cerca Colchane.

Un asomo hacia Colchane no es especialmente excitante. Según los estándares altaoandinas el pueblo no está tan alto, solamente a 3700 m., consiste de una sola calle y lo único que llama la atención son los enormes cactus Echinopsis atacamensis ssp. atacamensis frente al cuartel de carabineros y a la municipalidad.

Echinopsis atacamensis se adaptaron muy bien a su nuevo hábitat y son guardias permanente en la entrada a la comisaría.

Al volver hacia el puente que cruza el río Isluga se puede internarse por otra ruta dentro del Parque Nacional Isluga. Este trayecto es bastante más interesante que Colchane, pero otra vez, la diversidad de especies de plantas es bastante inferior a la del Parque Lauca y la zona de Putre.

Campanario de Isluga sorprende por sus líneas depuradas.

Isluga

La primera detención obligada es el pequeño pueblo de Isluga donde destaca una pequeña iglesia con un campanario. Está construida casi sobre un bofedal, lo que no es accidental, ya que en muchos casos el lugar del asentamiento se elegía en base a su cercanía a los pastizales. Parinacota, otro pueblo emblemático con una iglesia en el Parque Nacional Lauca, también está ubicado a pasos de un enorme bofedal.

Las iglesias son un atributo infaltable en la cultura altoandina de hoy y uno puede observarlas en casi todos los pueblos del altiplano, incluso en los más pequeños. Esto es muy lamentable - los misionarios católicos hicieron mucho daño tratando destruir la cultura y las creencias de los pueblos originarios e imponer la fe y la doctrina católica.

Las iglesias son un legado de esta destrucción cultural. Sea como sea y a pesar de su impacto negativo, la indoctrinación católica se mezcló con la cultura indígena para producir un sincretismo que bajo una delgada capa de aceptación superficial de catolicismo preservó en gran medida las creencias y modo de vida ancestrales.

Al mirar detenidamente estas creaciones arquitectónicas uno puede observar muchos aspectos paganos, ofrendas, ídolos, e incluso el estilo arquitectónico es muy propio del estilo de construcción local, con base ensanchada (pirámide truncada), por lo que hay que tomarlas no como expresión de catolicismo, sino como el poder de supervivencia, como una rebelión interiorizada de una etnia sometida al lavado religioso de cerebro...

Plantas de nuevo...

Desde Isluga el camino avanza otros 10 km. por un tolar seco y poco interesante, donde una de las pocas especies presentes es Lampaya medicinalis hasta que entre en una estrecha quebrada; casi siempre uno puede observar llamas pastoreándose dentro del agua, y en las laderas empinadas uno puede encontrar especies de flora más interesantes, como por ejemplo Caiophoras, Senecios, y Llaretas. Al continuar por el camino uno pronto llega al bofedal plano de Laguna Arabilla.

Llamas reinan en los bofedales.

Bofedal de quebrada. Estos bofedales ocupan el fondo de quebradas y son generalmente muy angostos y largos, pudiendo alcanzar varias decenas de kilómetros de largo y apenas 10 - 20 m. de ancho en lugares más estrechos.

Bofedal plano. Estos bofedales ocupan una cuenca plana y ancha, son aproximadamente cuadrados y pueden alcanzar hasta 10 km. de extensión, como es el caso del Bofedal de Parinacota. Aquí se puede ver el bofedal de la Laguna Arabilla y tiene una extensión de 1.5 x 3 km.