LO QUE EL BOSQUE NOS DA A COMER:PLANTAS, FRUTOS, RECETAS

En Chile existen más de 100 plantas comesibles nativas, y sin embargo de esta riqueza se aprovechan a lo mejor una media docena de plantas. Peor aún, lo que muchos creen ser plantas silvestres nativas comestibles son en realidad plantas exóticas asilvestradas. La mora, rosa mosqueta y muchas otras son un buen ejemplo para esto. Esta sección le ayudará a diferenciar las plantas comestibles nativas y le enseñará la forma de aprovechar sus frutos. Está basada en una serie de artículos que ya hemos publicado en Vida: Salud Natural.

Este dulce sabor de la naturaleza...

Hoy día vivimos un boom de productos naturales y saludables y en este afán muchas veces preferimos productos importados, pensando que lo extranjero es lo mejor... Sin embargo, aquí en nuestro país tenemos una gran cantidad de plantas que crecen en los lugares más limpios del planeta y hasta la fecha casi intocados por el hombre: los desiertos, los bosques y las montañas chilenos. Puede parecer sorprendente, pero en Chile hay cerca de un centenar de plantas comestibles que tienen muy buen sabor, muchas de las cuales tienen además propiedades saludables y que crecen frente a nosotros sin que nos diéramos cuenta de su existencia ni las aprovecháramos. Esta sección se dedicará a proveer la información sobre estas plantas comestibles y sus usos.

Este dulce sabor de lo divino...

La banalidad de la etiqueta "natural u orgánica" no es ni cerca adecuada para describir el significado verdadero de los frutos de estas plantas. Mejor dicho, estos frutos, la mayoría de los cuales no se dan en ningún otro país, concentran en sí la esencia de la naturaleza chilena, las altas montañas, el sol implacable de las mañanas de verano, el viento gélido blanco del invierno, los bosques impenetrables, las praderas solitarias alto-andinas, las aguas cristalinas de los glaciares milenarios, los campos de lava, los guanacos, los desiertos más secos del planeta...

Al consumir estos frutos, estaríamos consumiendo el espíritu de la naturaleza de los Andes en una especie de la comunión sagrada, una comunión entre lo divino de la naturaleza y lo humano de nuestra civilización. Estas plantas y sus frutos nos acercarían a este otro mundo desconocido por la mayoría de los mortales que somos nosotros.