QUEBRADA DE FINCA DE CHAÑARAL

La zona entre Diego de Almagro e Inca del Oro se destaca por la ausencia casi total de las plantas. Esta zona por un lado ya no está afectada por la influencia del Pacífico y sus neblinas (se encuentra a 50 - 60 km. de la costa con una barrera de cerros de 1500 - 2000 m. que extraen toda la humedad) y por otro lado, por su altura (1000 - 1500 m.) tampoco se encuentra en la zona de alta montaña donde las precipitaciones aumentan, donde existe la posibilidad de tormentas y nevazones).

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Camino a través del vacío de desierto absoluto hacia La Finca de Chañaral, distante de unos 8 km. La quebrada que se observa es la Quebrada de Finca de Chañaral.

Alrededor de Diego de Almagro uno con suerte puede observar 1 ó 2 especies secas que no era posible identificar y que se presentan solamente en el lecho de las salidas de las quebradas secas en forma muy rala (5 - 10 plantas por quebrada). Todo lo demás está muerto. La carretera que va a Inca de Oro y que sigue hacia Copiapó es muy parecida, casi totalmente desprovista de plantas, pero pasando Inca de Oro a la orilla de la carretera aparecen algunas plantas que logran aprovechar la humedad acumulada debajo del asfalto que de esta forma está creando un microclima: la siempre presente Encelia canescens y 2 - 3 especies de Adesmias.

Sin embargo, existe un sector altamente interesante que es la quebrada de Chañaral. Esta quebrada larga (tiene un recorrido de más de 100 km. hasta el punto de desembocadura en el Río El Salado cerca de Diego de Almagro) se alimenta de las precipitaciones y deshielos de un cordón de cerros que separa la planicie intermedia de los salares y que alcanza 4500 - 5000 m. de altura. En la parte alta (2800 m. - 4000 m.) presenta un curso de agua permanente o la mayor tiempo del año. Al bajar, desaparece bajo tierra para aflorar en tres oasis, uno a 2500 m., otro a 2000 m. (Vegas de Chañaral Alto) y el último a 1500 m. (Finca de Chañaral). Este último oasis tenía una gran importancia como tambo en el el camino del inca que iba desde el Inca de Oro moderno hacia Portal del Inca (cerca de El Salvador) y que tenía larga historia de ocupación humana preincaica.

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El lecho de la quebrada permite a las plantas más resistentes sobrevivir de las escasas gotas que de vez en cuando caen en esta zona.

Al subir desde Diego de Almagro pocos kilómetros antes de llegar a la Finca de Chañaral aparecen primeros vestigios de la mayor humedad en el lecho de la quebrada seca: Encelia cansecens, varias nolanas, adesmias y calandrinia spp. y luego aperecen los arbustos bajos de Acacia caven (Espino), Prosopis spp (Algarrobo). y Geoffroea decorticans (Chañar). El oasis de por sí es un valle angosto de máximo de 100 m. de ancho y de no más de medio de kilómetro de extensión cavado en roca de paredes empinadas que servía de lona para los dibujantes prehistóricos.

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Los dibujos indican la importancia del lugar para los indios locales.

La Finca de Chañaral hoy día está perdiendo su encanto comparado con cuando la visité por primera vez más de una década atrás. La corriente de agua está entubada ahora, hay una casa de cuidador con cercos modernos; por ambos lados se ven las torres de alta tensión... y los dibujos milenarios en las paredes como ya no se encajan en este paisaje moderno...

El corazón de la quebrada está conformado por un bosquecito de Geoffroea decorticans rodeado por im matorral tupido de Baccharis y Plushea absintoide. Sorpresivamente, no hay mucha diversidad de especies en este sector a pesar de la cobertura total de vegetación. En forma prominente se presenta también Cuscuta spp. cubriendo algunas plantas de Plushea por completo. En la parte alta de la quebrada hay un pequeño campo ralo de Acacia cavens y a los lados, donde es más seco y donde los Plusheae absintoides no son capaces de competir con las plantas más resistentes a la falta de agua uno puede encontrar otras especies, como Atriplex y plántulas de Prosopis.

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Al seguir subiendo por la quebrada hacia el oriente las plantas desaparecen casi por completo a menos de 1 km desde la La Finca de Chañaral y de nuevo se presentan algunas plantas secas en las salidas de las quebradas laterales. Pero a unos 10 km. se encuentra un lugar que aparentemente estaba inundado recientemente y en una área de media hectárea se encontraron 8 especies.

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Las vegas altas a 3500 m. A pesar de que la zona abajo es extremadamente seca, a esta altura en septiembre hay nieve que alcanza 30 - 40 cm en sectores más altos (4200 m) . Esta nieve puede alimentar la quebrada hasta octubre - noviembre y a partir de diciembre ya son posibles las tormentas ocasionales del invierno boliviano.

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Uno puede observar el padrón estriado de la vegetación en la ladera que aprovecha las capas más densas de roca menos permeable y que retiene la humedad.

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Ephedra, una planta típica de esta zona en alturas sobre los 2700 m. En este sector intermedio de la quebrada, más ancho y con material suelto, el agua va bajo la tierra para reaparecer una docena de kilómetros más abajo.

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La corriente de vida... El riachuelo angosto con un caudal de menos de 1 l